El Consejo de Ministros estableció una serie de objetivos en la Educación para la década del 2010-2020. El objetivo número 11 se relacionaba con "Profesorado: Reconocimiento profesional y social del docente" que es el que pasaré a comentar en esta entrada.
Llama ciertamente la atención que éste sea uno de los objetivos, ya que esto quiere decir que es un aspecto que debe ser mejorado entre las cientos de cosas que podrían serlo. Es decir, es un problema sin solucionar aún. Es indudable que la percepción que se tiene actualmente de los profesores no recibe el reconocimiento social que debería. Siempre he oído decir "el que vale, vale, y el que no, a enseñar". Si no vales para ser el top mundial, entonces debes conformarte con ser profesor y tratar así de colmar tus frustraciones profesionales. Personalmente he odiado esa frase toda mi vida. Siempre he pensado que los mejores son los que deberían enseñar, aquellas personas tan bien preparadas que lo único que desean es compartir dichos conocimientos con la siguiente generación para que esté lista para superar el propio conocimiento del profesor. En otros países la figura del profesor está idealizada y es que, al fin y al cabo, es la profesión por la que todos pasamos, no hay nadie que no haya tenido que tratar con un profesor (bueno, también están los médicos, pero ellos sí que están muy bien vistos).
Sin leer las propuestas que ofrecía el Ministerio de Educación, propusimos una serie de medidas para mejorar esa percepción social sobre el profesorado:
Mayor incentivación de premios y reconocimientos a nivel nacional, estatal y local del profesorado con una mayor repercusión mediática.
Aquí comentamos que premios como los que se dan en el fútbol gozan de una publicidad y reconocimiento que jamás se ha visto en otros ámbitos. Existen premios hacia el profesorado pero apenas se conocen, apenas se hablan de ellos. Si los medios se implicaran aún más, podría llegarse a dar más bombo a estas iniciativas y así equiparar un evento como este a los premios en fútbol o quizás a los Nobel (quizás aquí me pase, pero por qué no...). Y a nivel local me parecería maravilloso. Los alumnos podrían nominar a los profesores que consideren que han hecho un buen trabajo durante ese año escolar, quizás no tenga que haber una recompensa económica (que eso siempre mueve más), pero el reconocimiento podría ser muy incentivador para el propio profesorado. Ver que tus propios alumnos te reconocen el trabajo y quieren que seas reconocido en toda la escuela por ello... Quizás no sea del todo factible (por eso de que no todos pasan por el mismo profesorado o asignaturas) pero con el tiempo podría llevarse a cabo.
Contacto continuado entre profesorado y familias: perfiles profesionales disponibles
Valoras más a una persona cuando la conoces. Con un desconocido poca empatía o vínculo puedes crear. Manteniendo una relación más cercana con las familias, permitiendo que te conozcan como docente hará en ellos que su actitud sea completamente diferente. Además, el hecho de que exista un perfil público sobre el profesor permitiría conocer la trayectoria de ese docente. Todos nos quedamos impresionados cuando en la universidad nos dicen que tal profesor tiene esta carrera, estos tropecientos máster y ha ido a más congresos que los años que tienes. El profesorado está más que preparado y a veces se duda de esa cualificación. Una presentación más personal en las reuniones de padres, un perfil público en el que las familias vean el gran profesional que está a cargo de la educación de sus hijos mejoraría mucho la visión social respecto a los docentes.
Continuidad del profesorado en el tiempo y espacio
Asegurar que un docente vaya a estar en una misma institución puede ser crucial. Los chicos se acostumbran al profesor, el profesor conoce cuáles son los conocimientos que tienen o quedaron por dar en cursos anteriores o las flaquezas de cada uno, además, las familias también se acostumbran a estos docentes. No puede ser que cada vez que todo el mundo se acostumbra a un profesor éste desaparezca del mapa. También esta medida serviría para no dificultar tanto la vida personal del docente, permitiendo que pueda asentarse en las cercanías de su lugar de trabajo y no tener que estar cambiando su vida eternamente.
Formación continua del profesorado: eliminación de la oposición-concurso y equiparación a las pruebas MIR en médicos
Los profesores deben estar actualizados y saber motivar a sus alumnos con nueva información y curiosidad. Un profesor que sabe responderte a algo de matemáticas, de ciencias, de legua o de música no lo miras con los mismos ojos que a alguien que solo sabe de su materia. La formación continua debería ser algo que el propio profesor quiera siempre y, por ello mismo, el Estado debe poder garantizárselo, al fin y al cabo lo que se desea es tener cada vez mejores profesores ¿por qué no ir mejorando a los buenos que ya tenemos para hacerlos aún mejores? Además, se piensa que los que llegan a la educación son gente que quería algo fácil, que es algo a lo que cualquiera puede acceder. Los médicos por el contrario se piensa que no cualquiera puede llegar ahí, que hace falta ser muy bueno. Quizás eso es lo que haga falta. Una mejor preparación de los docentes, que la sociedad vea que no es fácil llegar hasta ahí y que llegan a las aulas auténticos profesionales que llevan tiempo preparándose para ello. Por eso pensamos que quizás una preparación similar al MIR podría hacer ver a la sociedad que llega gente muy preparada y que probablemente solo deseen hacer ese macroesfuerzo gente con auténtica vocación (quién no ha oído que los que se meten en medicina lo hacen por vocación porque tú no te tirarías 10 años estudiando para conseguirlo...).
Esas son las propuestas para la mejora del reconocimiento profesional y social de los docentes. Comparado con lo que el Ministerio de Educación propuso es bastante similar. El primer punto no lo recogen pero quizás porque evidentemente los medios de comunicación no los controlan. Sí que podrían ayudar a que se creen campañas colaborando entre todos. El resto de puntos están más o menos recogido en lo que pretende el Ministerio (ellos proponen cosas muy generales y nosotros propuestas más específicas). Hacen especial hincapié en la formación continua del profesorado y la adaptación de éstos a las nuevas tecnologías y metodologías. Quizás, aunque pueda estar más o menos de acuerdo con las medidas, se centren demasiado en mejorar el profesorado y no en hacer ver a la sociedad que el profesorado ya está bien y que ellos mismos hacen por ser mejores. Todas las medidas las veo centradas en mejorar al docente y no sé, quizás es como echar indirectamente la culpa de que la visión tan débil y mala del profesor sea porque ese profesor está poco formado y no que simplemente habría que hacer ver que el profesor está muy bien formado y aun así sigue mejorándose.
En definitiva, creo que el Ministerio hace demasiado poco a la hora de hacer mejorar la visión de la sociedad con respecto a los profesores. Centrándose demasiado en mejorar y seguir mejorando a una figura que puede acabar siendo atacada por ambas partes (Ministerio y familias por pensar que sigue poco preparado o adaptado) en vez de hacer ver a los grandes profesionales que se dedican a la docencia.
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