O Pelouro

Cuando vi el reportaje sobre esta escuela me quedé gratamente sorprendida. En la asignatura de sociología nos enseñan que las escuelas que tenemos son las escuelas que forman a los ciudadanos que la sociedad quiere y necesita, con lo cual queda claro que el intento de integración y aceptación de la diversidad es algo más en el papel que una realidad. Por triste que pueda ser, las escuelas "normales" no lo hacen bien. 

También me parece un modelo de escuela muy difícil de conseguir. Primero porque ningún profesor de secundaria tras este máster está preparado para atender a esta diversidad adecuadamente. Se necesita formación mucho más especializada y de mayor duración, con prácticas junto a profesionales con mucha experiencia. Quizás la gente que haya estudiado psicología o educación social o alguna carrera similar sí que pueda estar mucho más preparada que yo que sería de Física y Química. Yo te puedo enseñar mucho sobre moléculas y reacciones pero no creo que supiera manejar adecuadamente a un niño con Síndrome de Down. Ojalá supiera, pero de momento no tengo la formación suficiente como para poder desempeñar mi trabajo de manera adecuada.

Lo que hay en esa escuela es la situación ideal que se querría tener de integración. Supongo que sería la ejemplificación perfecta de lo que hay sobre el papel sobre estos temas en leyes y demás. Sin embargo también se encuentran muchas piedras por el camino para poder mantener ese modelo, como tener que tener que pasar a colegio privado en secundaria. Es un poco contraproducente e hipócrita decir que se quiere una educación integrada y se pretenda meter a estos niños en un sistema que no está preparado para ellos solo porque quieren fardar de que están "integrados" cuando lo que están es en un ambiente que está hecho para otro tipo de niños.

Cambiar la escuela a la profundidad que debería para que hubiera una integración real puede ser una quimera un tanto imposible. Por tanto, si tan difícil es adaptarlo todo, por qué no permitir que proliferen este tipo de escuelas diseñadas específicamente para que estos niños estén en un ambiente en el que realmente están integrados, una escuela hecha a medida para la integración real y no sobre el papel. Quizás sea una inversión mayor que una escuela normal, pero siempre se pueden crear formas y protocolos para hacerlo real y además probablemente tendremos adultos que luego no tengan muchos problemas en integrarse después en el mundo laboral (el cual tampoco está muy adaptado a la diversidad). 

En definitiva, el mundo está hecho para la mayoría y ese es un problema de difícil solución.